REVIEW JUEGO DE TRONOS 7X04. BOTINES DE GUERRA

   Bueno, ya pasados unos días, creo que hemos podido digerir el capitulazo de la semana, el 7x04 de Juego de Tronos. Pongámonso manos a la obra y analicemos y destripemos el capitulo con todos los spoilers que podamos incluir.

Avisado quedáis.

 Estad Segura, Majestad, que podéis contar con el Banco de Hierro… si llega el dinero

   Cersey parece que va a conseguir librarse de un plumazo de la gran deuda que lastraba el reino y conseguir numerosos víveres para pasar el largo invierno con la toma de Alto Jardín. Su ejército regresa con el botín y van directos, de manera plácida (de momento) hacia Desembarco del Rey.

   

Su último dueño intentó rebanaros el cuello

   Meñique sigue sembrando semillitas  en esta ocasión intenta ganarse el favor de Bran  regalándole la daga de vidriagón con la que intentaron matarle, una daga que supuestamente perdió ante Tyrion en una apuesta, pero que es falso. Todos sabemos que esa daga y su emisario fueron enviados por el propio Meñique. Todo motivado por un plan para hacer que Catelyn Stark partiera hacia desembarco del Rey.

Ahora que Bran lo sabe todo, o casi todo… ¿sabrá eso? Quizás, pero no parece muy interesado en las luchas de poder banales, él está ahora muy por encima de eso.

Decidle a Sansa que su hermana ha llegado a Invernalia.

   Otro regreso muy, muy esperado. Arya consigue llegar a Invernalia. Ha sido un viaje duro, lleno de vueltas y vueltas, infortunio tras infortunio. Pero por fin está en casa.

Cierto es que Sansa y Arya no se llevaban nada bien cuando se separaron, pero ambas han crecido y han madurado, y el reencuentro se produce en un cálido abrazo.

   Pero no es la única Stark que ha regresado recientemente a Invernalia. Sansa lleva a Arya frente a Bran, y este le regala el puñal de vidriagón. Suponemos que será una buena arma para cuando lleguen los caminantes blancos. Con ella les podrá hacer pupita.

Lucharé por vos, lucharé por el Norte… cuando hinquéis la rodilla

   John y Daenerys cada vez intiman más. No pasa desapercibida la mirada de complicidad que le ofrece a Missandei cuando John la llama. Este le enseña las minas de vidriagón y algo más. Unas pinturas rupestres donde se muestran los caminantes blancos. El adversario común, el verdadero enemigo que siempre ha existido, y está allí, más allá del muro esperando cruzar al sur

   ¿Me lo parece a mí, o se está creando una tensión sexual no resuelta entre ambos Reyes?

 

“Mi reino nunca aceptará una Reina sureña” dice John. “Lo harán si su Rey lo hace”. Ninguno dos da su brazo a torcer, como esperábamos. Ambos son fieles a sus principios y su voluntad es firme. No sé si se os ha pasado por alto que una manera de solucionar esta situación sería que ambos se casaran. Lo habíais pensado ¿verdad?

   El momento se ve roto por Varys y Tyrion, portadores, de nuevo, de malas noticias. Han tomado Roca Casterly pero han perdido otra parte de su flota.

   Estoy en guerra y pierdo ¿Qué crees que debo hacer pregunta Daenerys a John. Erigid un mundo diferente a la mierda que siempre han conocido. Si usáis los dragones para tomar castillos y quemar ciudades, no sois diferente. Sois más de lo mismo. Contesta el Rey en el Norte

¿Quién os ha enseñado eso? Nadie

   Sansa no parece haberse tomado enserio los comentarios de su hermana pequeña, al menos hasta que la ve entrenar con Brienne.

   Hace mucho que no entreno, le dice Arya a Brienne. Esta le contesta que puede ir a buscar al maestro armero, pero Arya la quiere a ella porque consiguió vencer al Perro.

   Brienne encuentra la horma de su zapato. Una rápida y escurridiza Arya parece que se le escurre todo el tiempo. Recordemos que la pequeña Stark no solo ha aprendido cosas de los hombres sin rostro, recordemos que ya empezó su adiestramiento en Desembarco del Rey con Syrio Florent, el Bailarín del Agua. “Rápida como una serpiente. Suave como la seda de verano. Veloz como un ciervo…” 

   Aquí es donde demuestra lo que ha aprendido en un soberbio enfrentamiento que culmina poniéndole la daga al cuello a Brienne. Todo ello visto desde lo alto por una preocupada Sansa y un ¿sonriente? Meñique.

La Reina no está

   Theon regresa a Rocadragón y se encuentra con una persona a la que no esperaba ver. John Nieve.

Recordemos que ambos fueron criados como hermanos en Invernalia, que Theon fue la mano derecha de Robb Stark… hasta que lo traicionó y tomó Invernalia.

   Lo que hiciste por Sansa es la única razón para no matarte le espeta John agarrándolo por el cuello. 

Theon dice que ha venido a ver a la Reina, pero le contestan que la Reina no está

   ¿Dónde ha ido? Pues a demostrar lo que es. Un Dragón.

El ejército de Desembarco del Rey ya dijimos que se desplazaba plácidamente por el Dominio y solo el río Aguasnegras les separa de su ciudad. No temen ataque alguno. Pero como le ha hecho ver Tyrion a Daenerys, aun tienen barcos para llevar a los Dothrakis y atacar Desembarco del rey, pero no es ahí donde los dirige la Madre de Dragones, si no que los lleva a atacar a su desprevenido ejército. Imposible preparar a tiempo sus defensas en campo abierto contra la caballería Dothraki… y contra un dragón.

Dracaris

   La embestida dothraki y la llegada de Daenerys montada en Drogo es un momentazo, lo que hacía tiempo que todos deseábamos ver. La cara de Jaime al ver a Drogo montada por la última de los Targaryen no tiene desperdicio.

 

   Nuestra Reina arrasa con el ejército y con todos los suministros que iban desinados a Desembarco del Rey sin demasiados problemas. La infantería nada puede hacer contra la caballería Dothraki. Jaime ve desesperado e impotente como su ejército es reducido a cenizas (literalmente).

   La escena de Drogón volando bajo y lanzando su fuego y quemándolo todo es soberbia ¿verdad?

   El único que casi provoca un desastre es Brom quien agarra el escorpión de Qyburn y consigue dar a Drogo. A más de uno se nos cortó la respiración al ver caer al Dragón y nuestra querida Reina. Por suerte solo fue un susto y la flecha está clavada en una parte no vital, pero la Madre de Dragones ahora sabe que sus dragones no son invencibles, y como diría Schwarzenegger, si sangra puede morir.

   Mientras Daenerys le intenta quitar la flecha a Drogon en las orillas del río, Jaime ve su oportunidad y carga a caballo contra ella, y aquí otro momento en el que todos dejamos de respirar. No queremos que alcance a nuestra Reina, pero cuando Drogon se gira y se prepara para soltarle un fogonazo tampoco queremos que  reduzca a cenizas a nuestro Jaime al que ya hemos cogido cariño. En el último momento alguien, supongo que es Brom, consigue cargar contra Jaime y apartarlo del fuego del dragón, pero ambos caen al agua y descubrimos que con coraza de hierro es difícil flotar y Jaime se hunde cada vez más… y más.

   Así acaba el capítulo, con todos con el corazón en un puño después del subidón de la batalla y no queda más remedio que esperar, ya solo unos pocos días, al estreno del siguiente capítulo.

   Hasta la próxima. 

   Valar dohaeris